Alemania, bajo la creciente amenaza de los «cachorros» neonazis
La Razón.- Son muy jóvenes, y muchos de ellos ni siquiera han cumplido los 15 años. Se visten como los neonazis clásicos del siglo pasado: con chaquetas bomber («Bomberjacken»), botas militares («Springerstiefel») y la cabeza rapada. Llevan tatuajes y ropa con logotipos que remiten a símbolos del nazismo, como la esvástica, las SS o el «Sonnenrad» (rueda solar). Estos símbolos están prohibidos en Alemania, por lo que los modifican ligeramente para conservar su significado sin infringir la ley. Además, se manifiestan una y otra vez en numerosas ciudades del país desde enero de 2024.
La semana pasada, la Policía alemana llevó a cabo redadas contra el que, hasta ahora, es el grupo terrorista más joven en la historia de la República Federal. El grupo, que se autodenomina Letzte Verteidigungswelle («Última Ola de Defensa»), se presenta como salvador de la civilización occidental y está compuesto por jóvenes de entre 14 y 21 años. La Fiscalía los ha vinculado con un ataque incendiario contra un albergue de refugiados en Turingia, así como con un atentado en un centro cultural de izquierdas en Brandeburgo.
No es este el único grupo que ha surgido en los últimos meses. La organización juvenil «Deutsche Jugend Voran» («Adelante la juventud alemana») tiene presencia en varios Estados federados y promueve la supremacía blanca y valores ultraconservadores.
Aunque no ha mostrado hasta ahora un nivel de violencia comparable al de otros grupos, proporciona la ideología que muchos de estos jóvenes terminan traduciendo en acciones. Otro grupo, «Der Störtrupp» («Escuadrón perturbador»), es más marcial y protagoniza acciones muy visibles durante las manifestaciones, a las que acuden con uniformes que remiten a los escuadrones hitlerianos.Play Video
También está «Jung und Stark» («Joven y fuerte»), muy activo en redes sociales, desde donde difunde mensajes de odio y recluta nuevos adeptos. TikTok, Instagram, Telegram, así como los equipos de fútbol y sus «hooligans», son actualmente los entornos donde más jóvenes alemanes se están radicalizando. Esto supone un cambio respecto al pasado, cuando los conciertos de música ultraderechista eran el principal foco de captación. Pero hay más: elblandrevolte, Steeler Jungs, Junge Nationalisten (JN), Nationalrevolutionäre Jugend, Deutsche Jugend zuerst, Pforzheim Revolte… Da la impresión de que cada día aparece un nuevo grupo radical.
En una respuesta parlamentaria del pasado 16 de mayo, el Gobierno alemán advierte de que estos grupos «representan un riesgo relevante porque los jóvenes –cuyos valores aún no están plenamente consolidados– son, en general, más vulnerables y más fácilmente manipulables, lo que los hace especialmente propensos a adoptar e identificarse con ideologías propagandísticas y extremistas».
El Gobierno destaca además que internet y las redes sociales –donde estos grupos están muy presentes– constituyen un medio de comunicación y conexión con personas afines, independiente del origen o los recursos económicos, y, por tanto, fácilmente accesible también para menores de edad. Según el Ejecutivo, estos grupos «poseen un alto potencial de movilización», y se observa una aceleración tanto en su formación como en el reclutamiento, debido a la constante presencia de contenidos problemáticos en redes sociales, que pueden llegar a todos los rincones del país.

